Vinicius deja sin defensa a Klopp

Por Carmelo Soriano

Las funciones europeas siempre escenifican la grandeza del Madrid. En el mejor momento de la temporada, en su momento, olió sangre y se abalanzó sobre un Liverpool tétrico y acomplejado en el primer tiempo, al que ni su mejoría tras el descanso le evita un juicio sumarísimo por su actuación.
Klopp negó la seña de identidad sobre las que ha construido su equipo. Falto de agresividad, asustadizo en la presión, mantuvo su línea defensiva muy adelantada y abrió la puerta de la eliminatoria de un Madrid que tuvo el aire imperial que siempre le acompaña en la Champions.
Sobre el mapa de Kroos y la lucidez de genio de Vinicius, fue amo y señor de la trama.
Como acostumbra a suceder en Europa, Zidane tomó partido con un planteamiento que refuerza su condición de entrenador capaz de marcar la diferencia. Lucas Vázquez y Mendy fijaron más su posición en la salida para captar la atención de Mané y Salah. Con la movilidad de los tres centrocampistas por delante, bajo la batuta inmortal de Kroos, el Madrid desunió la estructura de un Liverpool muy espaciado entre líneas.
Zidane mandó atacar esa falta de armonía con los desmarques de ruptura de Vinicius a la espalda de la defensa del Liverpool y con continuos cambios de orientación que dejaban en mal lugar a la basculación red.
El Madrid mezcló el juego, de lado a lado, siempre con verticalidad. De esta forma, firmó solo en el primer tiempo hasta 40 balones en largo. Idea de Zidane, obra de Kroos y golpe final de Vinicius.
Más contenido en la presión, al Madrid le vino de perlas la suplencia de Thiago.

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