El ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, confirmó ayer a la agencia de noticias de su país que han comenzado los «contactos diplomáticos» entre Ankara y El Cairo, después de que ambos países rompieran de hecho relaciones en 2013 tras el golpe militar del general Al Sisi contra el régimen islamista egipcio.
Cavusoglu advirtió que las relaciones diplomáticas plenas «llevarán todavía un tiempo», lo que no obsta para que los dos países concluyan pronto acuerdos en una serie de áreas estratégicas que cambiarán presumiblemente el rostro de Oriente Próximo.
El más inmediato, según los análisis, se refiere al conflicto sobre la delimitación de aguas territoriales en el Mediterráneo Oriental, rico en gas y otros hidrocarburos.
Ankara se siente aislada en la disputa con el resto de países ribereños –en especial con Grecia–, y considera viable llegar a un acuerdo con El Cairo para contar con su apoyo en el resto de contenciosos con las capitales europeas.
Por su parte, Egipto tiene interés en limar sus diferencias con Turquía por el conflicto armado en Libia. El Cairo respalda a los rebeldes del este dirigidos por el general Haftar.
Turquía apoya al gobierno de Trípoli, que parece ganar posiciones en los últimos meses tanto en el terreno militar como en el diplomático, Si finalmente Trípoli se impone, gracias al apoyo económico y militar de los turcos, Egipto quiere una solución honrosa para el ejército deHaftar en las futuras fuerzas armadas libias.
El régimen laico de Al Sisi se aproxima también al otomano islamista de Erdogan –quien en su día no dudó en calificar al presidente egipcio de «golpista»– para formar un bloque frente a Israel, que no deja de ganar posiciones en el área del Golfo.
Durante décadas, Egipto ha jugado un papel clave como mediador entre Israel y los palestinos, pero el acercamiento del Estado judío a los regímenes árabes del Golfo, con la aquiescencia primero de la Administración Trump y ahora de la de Biden, deja a El Cairo al frente de un ministerio sin cartera.
La alianza con Ankara podría devolver a los egipcios al terreno de juego.