Santo Domingo, RD. Con la participación de Raissa Crespo, Oficial de Género del PNUD, MAPFRE Salud ARS realizó un conversatorio en vivo abierto al público vía Instagram, bajo el título de “Equidad de género para una sociedad sana”.
En este, se abordaron estadísticas y reflexiones sobre la necesidad de que se importanticen las políticas de género para cumplir con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En ese sentido, Crespo destacó que la mitad de la población mundial es femenina, por lo que, mientras se mantengan en condiciones de desventaja y desigualdad en cuanto a oportunidades, se estará desaprovechando un alto potencial de crecimiento por parte de la humanidad, dificultando la consecución de los objetivos de la ONU.
Entre los puntos que se deben superar, de acuerdo a la especialista, están las brechas laborales de género y las que impiden la autonomía económica de las mujeres. En República Dominicana, según un estudio de 2018 del Centro de Estudios de Género del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (CEG-INTEC), las mujeres perciben entre un 16.2 y un 35 % menos en salario que los hombres por el mismo trabajo y muestran una tasa de desempleo de un 22.7 % versus un 10 % en hombres.
Otras realidades que entiende deben ser superadas son la baja participación política y en puestos de toma decisión, la violencia de género, la mortalidad materna y el embarazo en adolescentes.
La mujer: género más afectado por la pandemia
Entre sus afirmaciones, Crespo asegura que las mujeres han sido las más perjudicadas por la pandemia, ya que, según investigaciones del PNUD, “a causa del confinamiento, la violencia de género se ha incrementado en un 30% en la región de América Latina y El Caribe y en el 80% de los países aumentaron las solicitudes de auxilio a mujeres víctimas de violencia”.
Por otro lado, a causa de la escolaridad en casa, el teletrabajo, el cuidado de las personas y del hogar, que es asumido principalmente por las mujeres, se les ha duplicado las horas invertidas en el trabajo no remunerado, el cual anteriormente ascendía a 32 horas semanales para las mujeres y 9.6 horas para los hombres, según estudios de la Oficina Nacional de Estadística (ONE). También, afirmó que las condiciones laborales y de autonomía económica de las mujeres han sufrido un retroceso de 10 años, citando un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Asimismo, según encuestas de Mipymes del PNUD, más mujeres que hombres han perdido sus negocios y no han podido hacer ajustes hacia la digitalización durante la pandemia. Su recomendación a los gobiernos es que, en respuesta a esta crisis, se integren acciones afirmativas y que se incluya la perspectiva de género en la recuperación socioeconómica.