«Esto no puede pasar aquí». Durante años, Estados Unidos repitió un dogma que, según el periodista Andrew Marantz, le llevó a ignorar cómo la propaganda vertida por grupúsculos más radicales de internet catapultó la presidencia de Donald Trump y culminó, el pasado 6 de enero, en el asalto al Congreso por parte de grupos supremacistas y conspiranoicos.
Marantz, reportero del ‘The New Yorker’, dedicó tres años a seguir a la pista de los grandes empresarios de Silicon Valley y de los troles que poblaron sus plataformas de memes de odio y desinformación.
Una exhaustiva disección del mundo digital y los monstruos que asoman entre sus fallas que queda retratado en el libro ‘Antisocial, la extrema derecha y la ‘libertad de expresión’ en Internet’ (Capitán Swing), cuya edición en castellano salió a la venta el 25 de enero.