Santo Domingo, RD.- La experiencia que han dejado los dos últimos procesos electorales en la República Dominicana en el ámbito municipal sugiere la modificación por parte de los legisladores de la ley que produjo la división de estas elecciones de las presidenciales y congresuales.
Una cadena de acontecimientos funestos que han terminado en desórdenes y muertes es lo que ha dejado esta separación.
A apenas días de haber concluido el proceso electoral diferentes sectores de la sociedad, incluyendo a la iglesia han declarado la necesidad de que ambas elecciones se unifiquen lo que debería producirse en el período 2028-2032.
Se debe hacer más sencillo y económico el proceso. Recientemente en una exposición de una experta internacional sobre imagen de los partidos políticos en la República Dominicana que impartió la Escuela de Formación en Gobernanza Municipal del Partido de la Liberación Dominicana se destacaba la diferencia en el estilo de las elecciones dominicanas y las de España.
Se explicaba cómo en ese país no utilizan esos cuadros multicolores para presentar la boleta al electorado.Simplemente se coloca el nombre del Partido, sin recuadros con la lista de sus candidatos.
En nuestro país es tan complicado el esquema de partidos y recuadros que al votante se le hace difícil identificar la cara del candidato o candidata por los que va a votar.
En un tiempo de alta tecnología, inteligencia artificial y otros tecnicismos la Junta Central Electoral, el Congreso y el Poder Ejecutivo deben sentarse a elaborar para el futuro otra forma de votación en un país que se ufana de ya no tener analfabetos, pero que cuando ocurren situaciones como estas nos damos cuenta que todavía aquí falta mucho por hacer en el aspecto educativo.
Incluso a los aspirantes, junto a la prueba antidoping que le mandan a hacer deberían indicarle también una prueba sociológica para saber si ese candidato está en perfecta capacidad mental para aspirar y acogerse a los resultados le favorezcan o no.
Los legisladores deben unificar las elecciones municipales, presidenciales y congresuales a partir del 2028, para que la ciudadanía elija con buen porcentaje a todas sus autoridades. Quien ideó esa modalidad pensó que saldría bien , pero ha sido un fracaso que ha hecho más mal que bien. Todo es cuestión de pensar en esa posible modificación y de imitar a países democráticos en donde todo está claro y se hace lo que diga la población que es la que paga los impuestos para sostener el Sistema.
En nuestro país, instituciones como Participación Ciudadana entienden que «la celebración de las elecciones congresuales y municipales separadas de las presidenciales, nos daba la oportunidad a cada dominicano y dominicana de jugar un papel diferente como ciudadanos comprometidos con el desarrollo de nuestras comunidades», Se recuerda que en la actualidad la municipales se realizan solas y las presidenciales y congresuales en el mes de mayo venidero.
La historia de la separación de las elecciones es larga, pero es en el año 2020 que vuelve a las disposiciones del artículo 209 de la Constitución de la República el cual establece que «las elecciones se van a celebrar de manera separada e independiente. Las del presidente, vicepresidente y representantes legislativos y parlamentarios de organismos internacionales, el tercer domingo de mayo y las municipales, el tercer domingo de febrero», como lo publica el periódico Diario Libre en un escrito.
El nivel de abstención que se produjo en estas elecciones municipales del 2024 fue de un 53.33% lo que indica que los ciudadanos no prestaron gran atención al llamado de la Junta Central Electoral y los partidos a votar o, como denunció un dirigente de la oposición el miércoles, se debió a la retención o compra de cientos de miles de cédulas que también fue denunciada por organismos internacionales que vigilaron de cerca el finalizado proceso.
Se espera que en las elecciones presidenciales y congresuales de mayo la ciudadanía de un ejemplo de civismo y vaya en masa a votar para que un grupito por dinero no imponga su voluntad ante la apatía de muchos dominicanos, en nuestro país y en el exterior, que se dejan manipular por gente a los que no les duele su Patria, sino su bolsillo.