La borrasca Ciarán, que tiene en alerta a casi toda España, ha causado graves daños a su paso por Francia y Reino Unido.
Ha impactado más en el primero, donde ha fallecido una persona, hay 15 heridos, la mayoría bomberos. También 1,2 millones de hogares que se han quedado sin luz (780.000 de ellos en Bretaña) y los transportes han sufrido graves alteraciones.
En Reino Unido cientos de escuelas cerraron las puertas y decenas de trenes, vuelos y rutas en autobús fueron canceladas.
Francia sigue en alerta, sobre todo la fachada atlántica francesa. El fallecido es un conductor de un camión. Murió en Aisne, departamento situado al norte de París, tras la caída de un arbol sobre su vehículo, según confirmó el ministro de Transportes francés, Clément Beaune, que advirtió que, aunque la alerta ha disminuido, «hay que limitar los desplazamientos en coche y seguir muy vigilantes», sobre todo en el noroeste del país.
El presidente francés, Emmanuel Macron, había pedido el miércoles por la noche a los franceses de las zonas más afectadas que no salgan de sus casas. El Gobierno ha realizado un despliegue inédito para minimizar los daños.
Los bomberos han tenido que realizar más de 3.000 intervenciones durante la noche de ayer y hay 15 personas heridas, la mayoría bomberos, según el ministro del Interior, Gérald Darmanin.
En un pueblo de la Alta Normandía se derrumbó el techo de un edificio, en la costa las olas llegaron a alcanzar los 20 metros de altura y los vientos llegaron a 270 kilómetros por hora, un récord en Francia. Aún ayer había 900.000 hogares sin luz.
Ayer se prohibió circular por el departamento bretón de Finistère, se han cerrado dos aeropuertos en Bretaña (el de Brest y el de Quimper) y en otros se han tenido que desviar aviones a algunos más alejados.