Moscú amaneció sobresaltado este martes por una oleada de ataques con drones a gran escala, cuya autoría el Kremlin atribuyó a Ucrania.
Las autoridades rusas han confirmado que sus defensas antiaéreas derribaron, a primera hora de la mañana, ocho aparatos antes de que impactaran en sus objetivos y que los mismos no dejaron víctimas ni daños de consideración.
«Esta mañana el régimen de Kyiv lanzó un ataque terrorista con vehículos no tripulados en las inmediaciones de la ciudad de Moscú, pero todos los vehículos fueron derribados», afirmó el Ministerio de Defensa en un comunicado, reportó la agencia Reuters.
Desde el Kremlin también responsabilizaron a su vecino del oeste.
«Es obvio que este es un ataque del régimen de Kyiv y esto debe quedar absolutamente claro», dijo el portavoz presidencial, Dmitry Peskov, quien aseguró que esta es la «respuesta» ucraniana a la reciente ola de bombardeos lanzados por las fuerzas rusas.
Los ataques contra Moscú se producen cuando Kyiv vivió su tercera jornada de bombardeos que obligaron a miles de sus residentes a pasar la noche en los refugios antiaéreos.
Aunque no ocultaron su felicidad por lo ocurrido en la capital del país vecino, las autoridades ucranianas negaron estar directamente involucradas en los sucesos.
«Por supuesto que nos complace observar y predecir un aumento en el número de ataques. Pero por supuesto que no tenemos directamente nada que ver con esto», dijo el asesor presidencial ucraniano, Mykhailo Podolyak.
Las sospechas de que las fuerzas armadas ucranianas están detrás de los ataques registrados en suelo ruso no hacen más que aumentar a medida que estos se repiten.