Tras días de confusión por una orden que declaró el gobernador de Florida Ron DeSantis la semana pasada, la Policía de Miami-Dade anunció que volverán a multar a las personas que no sigan las ordenes de emergencia relacionadas con el COVID-19, incluyendo el uso obligatorio de las mascarillas y el toque de queda condal.
“Luego de una revisión para aclarar los próximos pasos basados en la orden ejecutiva del gobernador del 10 de marzo, el Departamento de Policía de Miami-Dade reanudará los esfuerzos para hacer cumplir las Órdenes de Emergencia relacionadas con COVID del Condado de Miami Dade mediante la emisión de citaciones civiles”, anunció el departamento en un tuit publicado el martes.
La decisión de Miami-Dade viene solo tres días después de que Alvaro Zabaleta, un portavoz del departamento de la policía dijera que no estaban multando a las personas que violaran las ordenes de emergencia del condado, “porque el gobernador perdonó todo”.
El 10 de marzo, DeSantis firmó una orden ejecutiva que declaraba que todas las multas por violar las ordenes locales de COVID-19 estaban canceladas. El lunes, la alcaldesa de Miami-Dade Daniella Levine Cava envió un comunicado junto con los alcaldes de los condados Broward y Palm Beach fustigando la orden del gobernador.
En un comunicado publicado con el tuit, la policía dijo que el Condado “ha trabajado por meses para controlar la propagación del virus, incluyendo poner en marcha medidas para proteger a los residentes locales, negocios, y los miles de visitantes y turistas”.
“Debemos continuar con los protocolos que sabemos que son efectivos para prevenir la propagación del virus hasta que tengamos inmunidad en la comunidad. Continuaremos educando y trabajando cerca con residentes y negocios sobre precauciones de salud claves, mientras trabajamos para proteger a nuestra comunidad en el último capítulo de esta lucha”, dice la declaración.
Miami-Dade implementó por primera vez la orden obligando el uso de mascarillas y luego el toque de queda durante el pico de casos de COVID-19 en el verano de 2020. Cualquiera que viole las reglas locales de COVID se enfrenta a una infracción civil de una multa de $100 y las empresas donde se producen las infracciones enfrentan una multa de $500.
El toque de queda en el condado es actualmente a las 12 a.m., aunque Levine Cava anunció hace dos semanas que lo levantará el 5 de abril “si las tendencias actuales continúan y el promedio de 14 días está en o por debajo del 5.5 por ciento en ese momento”.
La decisión se tomó luego de una revisión de 30 días de los datos de COVID por parte del director de seguridad pública del condado, J.D. Patterson, y el director médico, Peter Paige.