La participación en las elecciones autonómicas que se celebran este domingo en Cataluña ha sido del 22,78% hasta las 13 horas.
Esta cifra provisional del 14-F supone una variación importante respecto a los últimos comicios catalanes, celebrados en 2017, cuando a la una de la tarde habían votado ya el 34,51% de los electores.
La participación, pese a la caída, es menor de la esperada, dado que algunos sondeos aventuraban un retroceso respecto a las últimas elecciones de hasta 25 puntos.
En Gerona y Lérida, demarcaciones con más voto nacionalista, la participación está dos puntos por encima de la media.
Desde el principio de la campaña se temía que la pandemia y el miedo al contagio en los colegios provocáran una notable disminución de la participación cuyos efectos electorales se verán en unas horas, cuando se inicie el recuento.
Por ello, a lo largo de la campaña todos los partidos has estado haciendo insistentes llamados a sus votantes para combatir la abstención.
De hecho, desde el independentismo se temía que la parálisis del «procès» desmovilizara un movimiento habitualmente muy participativo, mientras que otros partidos como el PSC o Ciudadanos temían que las encuestas (muy optimistas para los primeros y especialmente negativas para los segundos) también hiciera que sus respectivos electorados se quedaran en casa este domingo.