En el acto de abrazar hay un intercambio de energías que se conectan desde el alma.
Es amor, ternura, entrega, alivio por el desprendimiento de un gran sentimiento, un spa emocional y otras tantas cosas buenas de las que el COVID-19 ha limitado.
Sí, limitado para quienes no residen contigo y sin límites para los que compartes cuatro paredes; de manera, que no dejes pasar este día para entregar a los tuyos un combo que incluye un fuerte abrazo y de «ñapa» un beso porque los sentimientos se expresan con más profundidad sin que necesariamente hayan palabras.
Según los expertos, cuando abrazas liberas oxitocina, serotonina y dopamina, ¿un frasco de medicina? No. Simplemente que nuestro cuerpo tiene todos los ingredientes que nos permiten estar en pleno bienestar.
La oxitocina es considerada como la hormona del amor y la felicidad, con capacidad para alejar los malos sentimientos como la tristeza, la melancolía, la ansiedad y el estrés; es la misma que varios estudios científicos atribuyen estar presente cuando una madre ve a su hijo… ¡como para suspirar! Lo mismo ocurre con la serotonina que tiene la fama de ser un neurotransmisor de la felicidad, cuando la serotonina sube las buenas emociones se activan, mientras que las personas con depresión, al analizarlas presentan niveles bajos de esta hormona… no permitas que nadie a tu lado se deprima, ¡abrázala fuerte y profundamente! «Los abrazos en la disminución del estrés, lo que contribuye a la mejora del sistema inmune», segura la universidad Carnegie Mellon, en Pensilvania.