Los más sórdidos escándalos sexuales, del abuso al incesto, enturbian de muy mala manera la vida política, artística y cultural francesa, desenterrando siniestros paisajes sembrados de miseria.
A la derecha, Georges Tron, exdiputado conservador, exalcalde, ex secretario de Estado para la Función pública, ha sido condenado a tres años de prisión firme, dos años de cárcel con remisión de pena, por abusos y violencias sexuales que terminaron en violación. Tron se aprovechaba de su posición política para abusar de sus secretarias, con ‘juegos’ entre fetichistas y sado masoquistas.
A la izquierda, el tenebroso escándalo de incesto de Olivier Duhamel, uno de los ‘pontífices’ del pensamiento político institucional, figura eminente de la histórica ‘izquierda caviar’, está provocando una tormenta sin precedentes en ‘Sciences Po’, la escuela de las élites políticas francesas, donde numerosas personalidades ‘progresistas’ estaban al corriente de las siniestras historias de incesto de Duhamel, calladas incluso por su esposa, antigua amante de Fidel Castro.
En la alcaldía de París, las ambiciones políticas de Anne Hidalgo, como aspirante a la candidatura socialista a la elección presidencial, están amenazadas por una sucesión de escándalos sexuales, protagonizados por varios miembros de su equipo, implicados en escándalos muy diversos: protección y amistad con un famoso escritor pedófilo, abuso de funciones acosando a las subordinadas…
Otros casos
En la escena teatral y cinematográfica, el escándalo del actor Richard Berry, acusado de pedofilia contra una de sus hijas y violencia física contra algunas de sus compañeras, ocupa a toda hora emisiones de radio y televisión, donde partidarios y adversarios del actor lanzan amargas acusaciones y confesiones.
La detención provisional de Dominique Boutonnat, presidente del Centre National du Cinéma (CNC), denunciado por su ahijado de 22 años de acoso sexual, violencia e intentos de violación, ha provocado un estupor profundo, cuando se multiplican las intervenciones públicas de actores y actrices que se consideran víctimas de muy distintos abusos
En la escena literaria, el libro autoeditado de Gabriel Matzneff, defendiendo su pedofilia, y libros todavía recientes Emmanuel Carrère y Rafael Enthoven, contando intimidades sexuales de esposas y compañeras de cama, lleva varios meses alimentando la veta más porno ‘soft’ de la nueva ‘literatura testimonial’, descendiendo más abajo del ombligo.